Alcaldes y cargos institucionales de once ciudades han firmando hoy el convenio marco de colaboración al que se sumarán próximamente cuatro ciudades más para impulsar el "Camino Cultural Atlántico", una iniciativa cultural y turística liderada por Santander para hacer visible a nivel internacional este territorio singular y muy atractivo.
Así lo ha destacado esta mañana en Bilbao el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, que se ha mostrado "contento" porque este acuerdo, que en su origen fue una propuesta lanzada desde la capital cántabra, "es ya un proyecto de todos los que hoy estamos aquí y de los que, no estando, nos han confirmado su adhesión y participación a este itinerario".
Un itinerario que, como se señala en el convenio que acabamos de rubricar, ha indicado De la Serna, es heredero del histórico Camino de Santiago y se caracteriza por atravesar un territorio singular y único dentro de Europa: un corredor costero que concentra un elevado número de ciudades con infraestructuras, patrimonio y programaciones culturales de primer nivel.
Por eso, el alcalde de Santander ha asegurado que la proximidad geográfica de un buen número de ciudades tan atractivas no es una desventaja sino lo contrario, no es una amenaza sino una oportunidad. Y creo, prosigue, que "sumando nuestras voces podemos llegar juntos allí donde sería muy difícil llegar de manera individual y por separado".
Presencia en Bilbao
De esta forma, alcaldes y representantes institucionales de las ciudades de Biarritz, San Sebastián, Santander, Gijón, Oviedo, Avilés, Santiago de Compostela, Vigo, Braga y Guimaraes han acudido hoy a Bilbao para presentar, en un acto celebrado en el Salón Árabe del consistorio bilbaíno, el convenio de colaboración que define el marco legal en el que se desarrollará a partir de ahora esta iniciativa. El resto de ciudades implicadas, hasta completar las quince definitivas, suscribirá este mismo acuerdo en fechas próximas, conformando así una red urbana, con capacidad para optar a fondos europeos dedicados a programas transnacionales.
De la Serna ha agradecido a la villa de Bilbao que haya ejercido de ciudad anfitriona para la firma del Convenio y además, ha felicitado al Ayuntamiento por la "excelente" organización del encuentro. "Bilbao, con la que Santander tiene un acuerdo específico de colaboración, es una ciudad amiga y en la que siempre hemos encontrado la mejor de las disposiciones para sacar adelante proyectos conjuntos. Y estoy seguro de que será a partir de hoy igual con el resto de ciudades que forman parte de este proyecto", ha vaticinado De la Serna.
Recordamos que este es el cuarto encuentro de las ciudades implicadas, tras las reuniones previas celebradas en Santander, Oviedo y Gijón.
Marca propia
Las quince ciudades comprometidas con el "Camino Cultural Atlántico" trabajarán conjuntamente en proyectos compartidos que contribuyan a la proyección internacional de un territorio con un gran atractivo turístico y un potencial destacado para generar actividad económica. Entre las acciones prioritarias a llevar a cabo en 2014 figuran el diseño y difusión de una marca propia, y la puesta en marcha de una oficina virtual con datos sobre la ruta y las ciudades que la conforman. Las oficinas turísticas de cada una las ciudades implicadas también divulgarán información detallada sobre el recorrido y las diferentes excursiones a realizar.
Comisión permanente
El convenio, presentado hoy en la capital vizcaína bajo la presidencia del alcalde de Bilbao, Ibón Areso, contempla la creación de una Comisión Permanente, formada por una persona delegada por cada una de las ciudades interesadas, que se responsabilizará de la gestión de esta iniciativa, que no conlleva obligación económica alguna para las partes implicadas. Este órgano, que se reunirá con carácter trimestral, estará dotado de una presidencia rotatoria cada seis meses que ocupará, en primer lugar, Santander. Entre sus funciones se encuentra el establecimiento de alianzas a futuro para el desarrollo y la promoción del "Camino Cultural Atlántico". Este acuerdo tendrá una vigencia de tres años, prorrogable por periodos iguales de tiempo si las ciudades adheridas así lo ratifican.