Para crear la imagen gráfica que representará este año la segunda edición del Festival Internacional de Jazz que organiza la Fundación Santander Creativa (FSC), su diseñadora, Ruth Martín, ha escarbado en la inmensidad de la naturaleza hasta encontrar asombrosas floraciones. Asombrosas porque como la música jazz, reúnen tres cualidades muy particulares. Son nocturnas, especiales y efímeras.
En el cartel, que se presentará en los próximos días, se podrán ver espectaculares y majestuosas plantas que, como el sonido de los instrumentos de jazz, brotarán en las noches de verano para que ciudadanos y veraneantes desocupados se acerquen a lo más selecto del jazz y queden atrapados por su ritmo como si de una fragancia floral se tratara.
Así volverá el jazz a Santander. Con un festival que se adaptará a las circunstancias provocadas por la pandemia y se desarrollará con aforo limitado, distancia de seguridad y las medidas de higiene pertinentes del 3 al 7 de agosto en la carpa del Circo Quimera ubicada en el Parque Mesones del Sardinero. Habrá actuaciones diarias y las entradas se pondrán a la venta en los próximos días.
El programa de conciertos florecerá la noche del martes 3 de agosto con Monty Alexander Trio, una formación que lidera el prestigioso pianista jamaicano Monty Alexander junto al contrabajista Paul Berner y el baterista Jason Brown. Monty comenzó a tocar con tan solo cuatro años y a ofrecer conciertos desde los catorce. Aunque su estilo se ha comparado con el de reconocidos músicos como Nat Cole y Oscar Peterson, posee una personalidad propia que sabe conjugar a la perfección con las influencias que ha recibido a lo largo de su carrera y con los ritmos tradicionales de su país.
Empezó a ser conocido en los años setenta gracias a su participación en conciertos y festivales de Estados Unidos, Japón y Europa. Destacó especialmente su actuación en el Festival de Montreux de 1976, uno de los principales eventos culturales que se celebran en Europa. Su talento también alcanzó el éxito en la industria cinematográfica colaborando con Clint Eastwood en la banda sonora de la película "Bird" (1988), la cinta que este director dedicó a la vida del saxofonista Charlie Parker.
En el año 2000 recibió el título de "Commander in the Order of Distinction", un reconocimiento que le otorgó el gobierno jamaicano por sus servicios como embajador musical de este país. Su disco "Harlem Kingston Express Live!" fue nominado a los Grammy en 2011 y recientemente, en 2018, obtuvo el doctorado honoris causa por la University of West Indies.
El jazz continuará germinando el miércoles 4 de agosto con el concierto que protagonizará Alain Jean-Marie Quintet patrocinado por la Concejalía de Cultura. Nacido en 1945 en Pointe-à-Pitre, la ciudad más poblada de Guadalupe, Alain Jean-Marie es un pianista elegante que posee una gran imaginación. Premiado internacionalmente y con un currículo extraordinario en el que figuran algunos de los nombres más destacados de la historia del jazz como Chet Baker, Lee Konitz, Abbey Lincoln, Art Farmer y Max Roach.
A lo largo de su dilatada carrera ha participado en medio centenar de sesiones de grabación, entre las que se encuentra la de su disco "Afterblue", con el que obtuvo el premio Boris Vian que concede la academia de jazz francesa. También ha recibido el premio "Django Reinhardt" al mejor músico de jazz de Francia en 1979 y el "Django d"Or" en 2000.
En este nuevo quinteto ha incluido a músicos jóvenes y de gran proyección como el trompetista francés Fabien Mary y el saxofonista norteamericano de origen ruso Dmitry Baevsky. También estará acompañado por el contrabajista Fabien Marcoz y el baterista Bernd Reiter.
El festival incluirá, por primera vez, una interesante selección de músicos de la escena jazz local que actuarán el jueves 5 de agosto. Se trata del flautista y saxofonista Juan Saiz, que interpretará un repertorio de gran calidad junto a Carlos Gutiérrez al bajo eléctrico y Chus Gancedo a la batería. Los tres forman Juan Saiz Trío, una propuesta fresca e innovadora caracterizada por el riesgo, el inconformismo y la búsqueda permanente, música propia en su totalidad que fluye entre la composición contemporánea y las improvisaciones más arriesgadas. Con esta formación publicó el disco "Dr. Bobô" en noviembre de 2019, un trabajo con el que ha cosechado extraordinarias críticas de la prensa especializada dentro y fuera de España.
Lo mejor del jazz cántabro continuará con Toño Gutiérrez Sexteto. Toño es clarinetista y bajista, profesor en el Conservatorio Ataúlfo Argenta, director de su "Big band" y acaba de publicar su primer disco en solitario. Ha formado parte de grupos de diversos estilos y en 2008 ganó el certamen de música joven "Juvecant" con el grupo Trasgu en la modalidad de jazz fusión.
No solo ha compuesto las nueve piezas de su álbum "Maestro carpintero", un homenaje a su padre, sino que también se ha ocupado del bajo y los arreglos de los instrumentos de viento. Gutiérrez actuará junto a Chicos Villanueva al saxo y la flauta, Benjamín Blanes a la trompeta y el fliscorno, Rafael Santana al piano, Javier G. Escudero a la guitarra y Chus Gancedo a la batería.
Al día siguiente, el viernes 6, aparecerá en el escenario The Guitar Conference, un proyecto creado en 2009 para reunir a algunos de los mejores guitarristas de jazz con la idea de que intercambien ideas de forma espontánea y relajada. Los guitarristas siempre han sido una comunidad muy sólida dentro del colectivo de los músicos de jazz. Un buen ejemplo son las legendarias jam sessions en la casa de George Benson, uno de los artistas más populares de las últimas décadas elogiado por la crítica, que reunían a los guitarristas neoyorquinos más influyentes al margen del gran público.
The Guitar Conference pretende recrear y acercar esa experiencia musical a los espectadores gracias a las actuaciones de músicos nómadas que deciden e improvisan la composición de la banda en cada concierto. En Santander la formación contará con los guitarristas Peter Bernstein, Philip Catherine, Martin Taylor y Jesse Van Ruller. También estarán Phil Wilkinson con el órgano Hammond y Mourad Benhammou a la batería.
El festival cerrará su programación el sábado 7 con el concierto de la pianista y vocalista Champian Fulton, de Oklahoma, y el saxofonista Harry Allen, que nació en Washington D.C., pero ha desarrollado toda su carrera en Nueva York. Fulton creció escuchando música y con tan solo diez años ofreció su primer recital en el 75 cumpleaños de Clark Terry, un músico amigo de su padre y una figura esencial para su carrera.
El swing y la carismática puesta en escena de Champian la han convertido en fiel defensora de la tradición del jazz desde Estados Unidos a Europa. Para ella, ha sido fundamental enseñar y acercar esta música al público, un reto para el que ha encontrado la inspiración y la fuerza en el trabajo incansable de Clark Terry. Antes de cumplir treinta años Champian ya había grabado cinco discos. En 2019 fue nombrada "Vocalista femenina del año" y "Pianista del año" en los premios "NYC Readers Awards" patrocinados por Hot House Jazz Magazine y JazzMobile.
El padre del saxofonista Harry Allen trabajó como baterista profesional en su juventud y fue quien lo animó a empezar su carrera musical. Durante su época escolar en Newport, Rhode Island, empezó a interesarse por el jazz escuchando discos de Lester Young y Ben Webster, sus influencias más notables hasta el momento.
El siguiente paso fue matricularse en la Rutgers University, donde se diplomó en música en 1988. Ha publicado una treintena de discos como líder. "Tenors anyone" (1999), "Eu nao quero dançar" (1998) y "Christmas in Swingtime" (2000) son algunos de los más destacados.
Allen se puede encajar en el movimiento conocido cómo "neoclásico" dentro del jazz más ortodoxo. Ha desarrollado un estilo propio que une a la robustez del sonido con la sensibilidad en la interpretación. Es un gran experto en interpretar baladas y un fantástico "swingman", imaginativo y directo. Junto a Champian y Allen tocarán el contrabajista Georgios Antoniou y el baterista Jean-Pierre Derouard.