Para el psiquiatra cántabro Rafael Manrique, las emociones más importantes de los seres humanos, las que nos movilizan y pueden acabar en felicidad o desgracia, son aquellas que tienen que ver con el amor y el temor, dos caras de un mismo sentimiento.
"Amor y temor van juntos. Eros, recordemos, era hijo de Poros y Penia, la oportunidad y la carencia, hijo del tener y del perder", explica Manrique mientras asegura que "el temor, el miedo asociado a lo amoroso, es fundamental para sobrevivir". El cine, como otras expresiones artísticas y transformadoras, ha abordado y analizado este irremediable binomio a través de distintos relatos. Dos de ellos podrán verse el próximo miércoles 14 de noviembre en el cine Groucho. Se trata de la película `Corazón gigante`, del director islandés Dagur Kári y `Ayer no termina nunca`, de Isabel Coixet.
Además, como otros años, Rafael Manrique, ofrecerá una conferencia abierta al público hasta completar aforo en la que hablará, entre otras cosas, de las contradicciones del amor, del naufragio, del origen del miedo, de la pérdida y de la insatisfacción.
"El amor no es esa pasión pura y romántica de los vendedores de inteligencia emocional o pensamiento positivo. Es un complejo de sentimientos, razones, prejuicios, prescripciones y proscripciones sociales, acción, todo ello múltiple, cambiante y contradictorio", prosigue Manrique. "Entre el amor y el temor se juega nuestra existencia", confirma.
"El amor vive en un magma de ansiedad, placer y temor. Y por eso puede derivar hacia la ternura y hacia la agresividad. Saber amar es saber estar en medio de eso y no naufragar. Ya decía Freud: con amor se sufre, sin amor se enferma", cuenta este escritor cántabro de dilatada trayectoria.
Manrique también explica que el miedo se tiene por la anticipación de una pérdida importante y posible. "El amor es una de las bases de nuestra capacidad de narrar. Se podría decir que somos lo que nos narramos. Lo que ocurre en el temor es que esa capacidad de narrar disminuye, se hace mas pobre y estereotipada. El temor crea una mala novela de nosotros mismos", concluye.
Retrato humanista y drama
En este terreno se mueven las dos películas. A sus cuarenta y tres años, Fúsi es un inadaptado con sobrepeso, que nunca tuvo novia y al que que solo le interesan las batallas de la Segunda Guerra Mundial, que reproduce en miniatura en el apartamento en el que vive con su madre. Un día recibe un cupón para acudir a una escuela de baile, donde conoce a Sjöfn, una mujer solitaria, como él, y con profundas heridas psicológicas. Esto es `Corazón gigante`, cuyo título original es Fúsi (Virgin Mountain), un retrato humanista, un drama producido en 2015 y protagonizado por Gunnar Jónsson, que recibió el Premio al Mejor Actor en la `60 Semana Internacional de Cine de Valladolid` (Seminci).
Años más tarde, en 2017, en una España hundida por la crisis, una pareja se reencuentra en Barcelona tras cinco años sin verse. Se habían separado después de haber perdido a su hijo por una negligencia hospitalaria fruto de los recortes. Él había emigrado a Alemania, pero ha vuelto.El drama lo cuenta Isabel Coixet en `Ayer no termina nunca`, un película estrenada en 2013 protagonizada por Javier Cámara y Candela Peña, que ganó el Premio a la mejor actriz en el Festival de Málaga de ese año y estuvo nominada a los Premios Feroz y Gaudí.
Horarios y precios
Los pases serán a las 17:00, 19:30 y 22:30 horas y el encuentro con Manrique a las 21:15. Aunque la conferencia es gratuita, las proyecciones tienen un precio de dos euros y la entrada se podrá adquirir en la taquilla del cine Groucho, un cine que ofrece cada año alrededor de sesenta estrenos y cuenta con una media de treinta mil espectadores anuales.
Cuatrocientas personas
Esta actividad se realiza desde 2016. El año pasado se proyectaron dos películas que contaban historias de amores raros, amores poco convencionales. Las dos trataban de manera poderosa relaciones poco habituales: `Her` , del americano Spike Jonze y `Loreak`, un film vasco dirigido por Jon Garaño y José Mari Goenaga.
En 2016, los temas fueron la eutanasia y el suicidio, reflejados en la cinta noruega `Oslo 31 de agosto` y la israelita `La fiesta de la despedida`. En estos dos años, han asistido unas cuatrocientas personas.