“Iceberg” aúna música y memoria para demostrar que la creatividad no tiene edad

• Dirigido por el gestor cultural Juan Feijóo, contó con la participación de músicos profesionales como el cántabro Yoel Molina y la artista canaria La Cris.
• El proyecto fue reconocido en la convocatoria de subvenciones generales de la Fundación Santander Creativa (FSC) de 2024.
• Concretamente en la modalidad “Cultura Emprende”, que valora programas culturales inéditos. 

10 de enero de 2025

“Todavía sigo ensayando los ritmos y las melodías que aprendimos para intentar no olvidarlos nunca. Me gustaría volver a formar parte de iniciativas como estas y ¿por qué no?, grabar un disco”.

Así valora Ángela López, usuaria de la residencia de mayores de la Fundación San Cándido, su participación en “Iceberg”, una iniciativa dirigida por el gestor cultural Juan Feijóo y reconocida en la convocatoria de subvenciones de la Fundación Santander Creativa (FSC) que ha demostrado, entre otras cuestiones, que la creatividad no tiene edad. “Tengo noventa años y me he dado cuenta de que aún no es tarde para continuar aprendiendo”, asegura Carmen, otra de las participantes.

Las actividades de “Iceberg”, pensadas para los residentes de San Cándido, se celebraron hace unas semanas en las instalaciones de este espacio ubicado en el número 13 de la calle Cajo de Santander junto a profesionales de la música. Se desarrollaron varias sesiones específicas junto a los usuarios del centro y una actividad final en la que compartieron el resultado con sus seres queridos.

“Las personas mayores tienen voz, voz hablada y voz cantada. Merecen nuestra atención y necesitan ser incluidos en proyectos creativos como estos”, afirma Juan Feijóo, el responsable de este programa que nació para fomentar la creatividad en las personas mayores a través de la música, intercambiar conocimientos y experiencias entre personas de distintas edades y reivindicar la importancia de aprender en cualquier etapa de nuestra vida.

“Nuestro propósito ha sido demostrar que las personas pueden ser creativas en todas las fases del ciclo vital, incluso en la que puede ser la última etapa”, señala Feijóo, promotor de otros proyectos musicales didácticos como Konpartitu. En el caso de “Iceberg”, ha sido esencial la participación de Yoel Molina, productor musical, instrumentista e integrante del grupo cántabro Casapalma y de La Cris, una artesana musical que compone, produce, ofrece conciertos y performances en distintos lugares del país.

En sus sesiones, Yoel trató de establecer un vínculo que uniese el cancionero popular y las nuevas tecnologías aplicadas a la producción musical. Por eso, captó el sonido que provocan objetos que forman parte del día a día de los habitantes de esta residencia como el bastón o las muletas y grabó su voz mientras entonaban canciones populares para después añadir la música que él mismo había compuesto.

La Cris, por su parte, indagó en los recuerdos de los residentes, especialmente en aquellos vinculados a sus madres; y combinó la grabación de los testimonios con instrumentos de percusión. La “punta de este Iceberg” pudo verse en el auditorio del centro junto a familiares y amigos con los que compartieron su experiencia y cantaron una canción cuya letra fue compuesta por una de las residentes.

*Las imágenes las hizo Ana Martín.