El proyecto de videoarte "Espacios Habitados: cuerpografías para visibilizar territorios", una iniciativa diseñada por un equipo de artistas multidisciplinar y financiada por la Fundación Santander Creativa (FSC), se presentará el próximo domingo -20 de diciembre- a las 17:30 horas en la Filmoteca de Cantabria.
Tras la proyección de la cinta, de 50 minutos de duración, se abrirá un diálogo con el equipo de profesionales que ha creado conjuntamente la pieza. Este proyecto fusiona la danza, las instalaciones contemporáneas y lo rural en un mismo espacio para visibilizar y reflexionar sobre la España vacía o, como dicen los creadores de la obra, "la España vaciada".
Para crear esta pieza se han elegido los tres municipios que han registrado una mayor pérdida relativa de población en Cantabria en los últimos 20 años, lo que supone casi el 50 por ciento. Estos lugares son Luena, Tudanca y Valdeolea. La idea parte de Adrián Torices, Carlos Molina Llorens, Juan Sebastián López Galeano y Mari Paula, cuatro profesionales que provienen de distinto sectores como la danza, la iluminación, las artes visuales y la arquitectura.
Todos ellos, interesados en recuperar la memoria del entorno rural a través de las artes contemporáneas, decidieron embarcarse en un proyecto artístico que lanzara un mensaje sobre la despoblación y el olvido de algunos pueblos de Cantabria. En realidad, el proyecto inicial surgió hace ocho años bajo el nombre de "Espacios Habitados: Memoria Instalativa del Éxodo a través de la Luz", una reflexión sobre el éxodo de las zonas rurales que dirigieron el valenciano Carlos Molina Llorens, de Lumierescene Tinglaos Visuales y el colombiano Juan Sebastián López Galeano, de Spacescircles.
Pero lo que comenzó como una simple observación y registro se ha convertido hoy en un acto de reivindicación y denuncia sobre cómo se está vaciando el mundo rural. "Queríamos visibilizar estos espacios y nuestra herramienta para contar lo que está ocurriendo es nuestro arte. A veces, gracias a que nosotros estuvimos allí, alguien se fija y cierra un grifo o repara unas tejas y evita que el abandono termine por arrasarlo todo o, al menos, lo retrasa", explica Molina Llorens.
Él, junto a López Galeano, ha llevado a cabo la dirección general y el montaje de la pieza y han centrado su intervención en un delicado juego de instalaciones lumínicas, prismas y cristales que dialogan con lo rural, subrayando y transformando conceptos y devolviendo a la vida lo que parece estar ya despidiéndose de ella. "En realidad, nosotros proporcionamos una experiencia efímera porque llegamos, instalamos y nos vamos. Es como si diéramos vida a lugares y espacios durante unos minutos, unas horas, y después los dejamos otra vez en su invisibilidad", comparte López Galeano.
Cuando conocieron a la coreógrafa Mari Paula, que estaba inmersa en una investigación acerca de cómo cartografiar el territorio con el cuerpo y su movimiento, se produjo lo que ellos han definido como "un enamoramiento a primera vista". "Ha sido un proceso de enriquecimiento mutuo, en el que todas las conexiones y aportaciones de cada uno de los miembros del equipo han sido esenciales y han llevado el proyecto inicial a otro nivel superior que escapaba a nuestras expectativas cuando comenzamos", señala Mari Paula.
"Poder encarnar en mi cuerpo este proceso de leer el territorio ha sido muy inspirador; es el cuerpo el que atraviesa con sutilidad o agresividad los paisajes y, trazando este mapa, es como se revelan las relaciones que se viven y laten en el paisaje. Se trata de un proceso que fusiona el cuerpo y el territorio, en el que ninguno se posiciona frente al otro y sí transitan juntos", recalca la artista.
En el estudio del territorio ha sido fundamental el trabajo de campo y mediación de Adrián Torices, del estudio Torreón - Arquitectura y Territorio, que ha identificado tanto las localizaciones elegidas como a personas clave en la narración de su territorio. Al equipo también se unió Jaime Peña para el diseño sonoro creando la banda sonora de la obra, Rebeca García Celdrán en la interpretación de danza y Marta Romero en la comunicación.
Todos reconocen que, de este proyecto, se quedan con el contacto que han mantenido con la gente de los pueblos, las conversaciones, su sabiduría y su observación e interés hacia el trabajo realizado. Los lugares que han visitado, a diferencia de otros en otras regiones, aún coletean y tienen vida, por eso, es de vital importancia lo que se haga ahora con ellos, ya que puede suponer "revivirlos o rematarlos".
El acto, abierto al público hasta completar aforo, será gratuito. Tanto la Filmoteca como la Teatrería de Ábrego colaboran con esta iniciativa.
La propuesta está financiada por la Fundación Santander Creativa (FSC) a través de su convocatoria general de subvenciones. En concreto, la convocatoria incluía dos modalidades: una dirigida a iniciativas de larga trayectoria (modalidad A) y otra pensada para propuestas inéditas (Cultura Emprende - modalidad B). Este es un proyecto nuevo, seleccionado dentro de la modalidad B.