Hasta el próximo 27 de marzo, se podrá ver y visitar en el Centro de Educación de Personas Adultas de Santander (C/ Enrique Gran, s/n) -también conocido como `Escuelas Verdes` la exposición Portadista, las portadas de Daniel Gil en la calle. Se trata de una muestra itinerante organizada por Creando Estudio Gráfico y que, apoyada por las ayudas «Cultura Emprende» de la Fundación Santander Creativa, se centra en el vasto trabajo realizado por Gil para Alianza Editorial, con más de 3.000 portadas que aún hoy sirven de inspiración para muchos profesionales del diseño, muchas de las cuales se han convertido en grandes iconos de la gráfica editorial, con el paso del tiempo.
¿Quién es Daniel Gil?
Daniel Gil Pila nace en Santander el 17 de febrero de 1930 en la calle Magallanes. Estudia con los Agustinos, en la puerta de Numancia, donde ya destacaba por su gran habilidad para el dibujo. Cursa sus estudios profesionales de Bellas Artes en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de su ciudad entre 1941 y 1947, y en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid entre 1953 y 1956. Entretanto, no pierde el contacto con su Santander natal, donde participa, junto a su hermano Francisco, en iniciativas culturales como las tertulias del bar Mesi, próximo a la biblioteca Menéndez Pelayo, o la tertulia del bar Flor. Su primer acercamiento al mundo del diseño data de 1951 y se produce en este contexto: realiza una cubierta para el libro `Carta de paz a un hombre extranjero`, de Manuel Arce, editado en Santander.
En 1957 viaja clandestinamente a la Unión Soviética para participar en un festival artístico juvenil. A la vuelta de su aventura, recalará en la prestigiosa escuela de diseño de Ulm, heredera de la Bauhaus. En 1961 consigue un encargo de la casa discográfica Hispavox: se trata de un disco llamado `Semana Santa en Sevilla`. La originalidad de su propuesta gustará mucho y es contratado; pronto será director de arte. Trabajará en Hispavox durante siete años. Después decide instalarse como freelance y continúa realizando portadas de discos, en este caso para la CBS y la RCA; también diagrama revistas institucionales.
En 1966, entra a trabajar en Alianza Editorial. En un primer momento lo hace como freelance, mientras compagina su trabajo para RCA. Después se incorpora a la plantilla como director artístico en unas condiciones profesionales privilegiadas para el momento: Alianza, desde sus planteamientos editoriales novedosos, es de las primeras editoriales en España que cuenta con un departamento de diseño propio en el que Daniel Gil exigirá trabajar con plena libertad sin dependencia alguna del departamento comercial. Esta circunstancia resulta fundamental, toda vez que constituye la condición de posibilidad para que Daniel Gil desarrollara un trabajo tan innovador y personal como el que llevó a cabo. Nuestro autor comenzó realizando las cubiertas para la colección `El libro de bolsillo`. La colección resultó un éxito, en buena medida por el diseño novedoso y sorprendente de sus cubiertas. A partir de aquí, Daniel Gil se irá encargando de realizar las cubiertas para las sucesivas colecciones de la editorial a lo largo de 25 años; realizará más de cuatro mil cubiertas; más, de hecho, que títulos publicados, ya que realizará distintas versiones de una misma cubierta aprovechando las reimpresiones en una clara muestra de perfeccionismo y continua insatisfacción.
Durante este tiempo, también realizará algunos trabajos al margen de Alianza y el diseño editorial «por compromiso amistoso», sobre todo para el cine: tiene una estrecha colaboración con el director Mario Camus, para quien realizará el diseño del cartel de las películas `Los días del pasado` (1978), `La vieja música` (1985), así como el diseño de los títulos de `Los santos inocentes` (1984), o `La casa de Bernarda Alba` (1987).
El 31 de julio de 1989, Daniel Gil deja Alianza Editorial. Continúa su trabajo como diseñador gráfico editorial para Mondadori, Fondo de Cultura Económica, Empuries/ Paidós, o Euros. En 1998, Gil expone una serie de collages en la Galería Utopía Parkway de Madrid con muy buenas críticas. Se editará un catálogo de la exposición con un comentario crítico de Enric Satué. En 1999, imparte un curso de diseño en el prestigioso marco de los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo de Santander junto con el diseñador Manuel Estrada.
En 2000, ante el asombro de todo el gremio, no recibe el Premio Nacional de Diseño, del que era claro candidato y favorito tácito. Se le concede, en cambio, una mención honorífica de dicho premio que se decide dar por primera vez ese año. Daniel Gil la rechaza por considerarla una especie de premio de consolación que subestima su trayectoria: «como si fuera una pedrea», apostillará con sorna. Añadirá: «No es fácil renunciar a un premio, y menos al máximo galardón al que puede aspirar un profesional del diseño en España. Pero esa mención honorífica está creada, según dicen las bases, para distinguir a la gente que no reúne los requisitos necesarios para optar al primer premio».
El trabajo de Daniel Gil se verá entorpecido no mucho tiempo después por la enfermedad de Parkinson. Sólo su fuerte carácter le permite sobrellevar estos duros años con gran dignidad. Fallece a los 74 años de edad el 14 de noviembre de 2004, en su domicilio, en Madrid, junto a su hermana, que ha permanecido junto a él cuidándolo durante toda su larga convalecencia.