Más de 4.000 personas asistieron a los 28 espectáculos que ofreció Santander Escénica -del 2 de abril al 12 de junio- en 9 espacios culturales de la ciudad. El programa, el único ciclo de teatro y danza local estable que existe en Santander, agotó las invitaciones en todas las funciones exhibiendo una amplia variedad de géneros y propuestas diseñadas por compañías locales.
Organizado por la Fundación Santander Creativa (FSC) y subvencionado por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, la programación de este año llegó a espacios reducidos como la sala Contigo Tres Teatro, El Principal o el Centro Cultural Doctor Madrazo, en los que el público pudo apreciar -muy de cerca- monólogos teatrales, espectáculos de narración oral y piezas de danza contemporánea.
También a lugares con aforos más amplios como el paraninfo de La Magdalena o el paraninfo de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que reunieron a más de 300 personas en espectáculos de flamenco, magia y teatro musical, entre otras disciplinas.
En abril
El programa comenzó el día 2 de abril con “Ver para creer”, la propuesta que dirigió el ilusionista cántabro Raúl Alegría en el paraninfo de La Magdalena. La programación continuó al día siguiente, el 3 de abril, con “La Bruja Pinreles II (Cambiando el cambio)”, de Espacio Espiral, un espectáculo que pudo verse en el paraninfo de La Magdalena y que combinó teatro y música para reflexionar, a través del humor y la sencillez, sobre las consecuencias del cambio climático.
El 8 de abril, la compañía Compás Modular exhibió en el Café de las Artes “Bilita Mpash”, una pieza en la que fusionaron música, tecnología y danza para reivindicar la cultura africana y el mestizaje. La Troupe actuó el 10 de abril en el Centro Cultural Doctor Madrazo compartiendo con los asistentes su espectáculo de danza y performance, “De purísima y otro”, una obra sobre la figura de Santa Teresa de Jesús.
Lycanthia interpretó el 15 de abril, en este mismo espacio, “La chica de la estación”, un monólogo de teatro y música para recuperar el cuplé, uno de los géneros musicales más recurrentes en los siglos XVII y XVIII popularizado por mujeres.
Al día siguiente, el 16 de abril, la compañía Quásar Teatro, dirigida por Mónica González Megoya, compartió con los asistentes “El año de Ricardo”, una lectura dramatizada del texto de Angélica Liddell, Premio Nacional de Literatura Dramática en 2012, con la que reflexionó sobre las relaciones entre cuerpo y poder, entre lo privado y lo público.
El 22 de abril en Madrazo, Marta López Mazorra compartió con los asistentes “¡Hasta aquí! El alma en el escenario”, la historia de una mujer que tuvo que enfrentarse a los estereotipos de género para poder dedicarse al teatro. Más de 300 personas asistieron el 23 de abril al paraninfo de la UIMP para ver “Un intento valiente de representar 30 obras en 1 hora”, la pieza de Trueba y Trueba con la que defendieron, una vez más, el teatro sin ficción, sin mentiras.
En ese mismo espacio, el 24 de abril, Hilo Producciones ofreció “Esto NO es un libro: En verso”, una función pensada para público juvenil y adulto, en la que destacaron textos de dramaturgas de la época silenciadas artísticamente. La programación se trasladó el lunes 29 de abril a Escena Miriñaque y allí, en su sede, esta veterana compañía mostró “Por las buenas y por las malas”, una obra dedicada a “las malvadas” de los cuentos y dirigida al público infantil.
Santander Escénica despidió abril en la Filmoteca de Cantabria Mario Camus, un espacio que se ha sumado a esta iniciativa -por primera vez- y que acogió “Un Dios Salvaje”, de Rita Cofiño Producciones Escénicas, una obra sobre las tensiones, los conflictos y desencuentros entre dos matrimonios aparentemente convencionales.
En mayo
La programación de mayo comenzó el día 1 con “Reconectando, el show musical”, de Adrián Alonso Producciones, una historia sobre la importancia del amor y la amistad contada a través de los musicales más emblemáticos de los últimos tiempos.
El 6 de mayo, La Machina Teatro interpretó en el escenario de la Filmoteca “Método Gregorio para salvar el planeta”, el relato de un superhéroe que vino a la tierra para evitar su destrucción total. El 7 de mayo, en ese mismo espacio, The Santa Rosa Co. estrenó “MONO (de Fran Kafka), Informe para una academia”, un monólogo sobre la humanización animal con el que reivindicaron la figura de uno de los autores más influentes de la historia.
La danza contemporánea se instaló el 8 de mayo en el paraninfo de la UIMP gracias a “La naturaleza del silencio”, una pieza de Babirusa Danza inspirada en las múltiples cualidades de este elemento. El programa regresó el 13 de mayo a la Filmoteca de la mano de Ruth Garreta y “¿Playa o monte”, la obra con la que da voz a las refugiadas y los refugiados españoles que tuvieron que exiliarse por diversas circunstancias.
La compañía Contigo Tres Teatro escenificó el 14 de mayo en su sede de la calle Tantín el monólogo “De algún tiempo a esta parte”. Ambientado en la Viena del 38, es una de las obras clave de Max Aub y narra la angustiosa existencia de una mujer de ascendencia judía en Viena, en 1938. El paraninfo de La Magdalena acogió el 15 de mayo “En tablao”, un espectáculo diseñado por la compañía Son de Flamenco que combinó baile, cante y percusión.
El 20 de mayo en la Filmoteca, más de 100 personas disfrutaron de “El cuerpo poeta del alma”, la propuesta del reconocido mimo y profesor José Piris. Al día siguiente, el 21 de mayo en Doctor Madrazo, el narrador Alberto Sebastián contó historias a mayores y pequeños bajo un mismo título: “El más feroz”.
Edy Asenjo & Co representó el 22 de mayo en El Principal “La danza de la muerte”, versión de la obra homónima de August Strindberg convertida en un thriller al mejor estilo “true crime” (género que aborda crímenes reales). La última semana de mayo, el día 27, viajó hasta Santander Escénica “El traficante de ilusiones”, un espectáculo de magia, humor e ironía dirigido por César Bueno en la Filmoteca.
El Café de las Artes exhibió el pasado 28 de mayo en su sede de la calle García Morato “El arte secreto de los gusanos”, una pieza sobre “el arte de volver a dar vida después de la muerte”. La programación de mayo concluyó el día 29 en Madrazo con “Cinefagia y otros traumas”, una comedia protagonizada por Pablo Escobedo en la que recordó algunas de las escenas más memorables del séptimo arte.
En junio
La programación de junio comenzó el lunes -día 3- a las 19 con “Fragmentadas”, una pieza de ActuaLab que pudo verse en el Centro Cívico de Tabacalera y donde diferentes voces femeninas compartieron su sabiduría y sus experiencias a través de un lenguaje poético y performativo.
Al día siguiente, el martes -4 de junio- Yolanda González Sobrado protagonizó en el paraninfo de la UIMP ante más de 300 personas, “Collage”, un viaje por los estilos del flamenco que más han influido en la vida de esta bailaora.
La danza contemporánea centró las dos últimas funciones de esta edición. El miércoles -5 de junio- la compañía Mymadder exhibió la pieza “El poder de lo amoroso” en Escena Miriñaque y por último, el miércoles -12 de junio- en ese mismo espacio, la coreógrafa Mari Paula mostró “Devórate”, una performance sobre el consumo desenfrenado de materiales plásticos y el desarrollo tecnológico frente a la simple existencia del ser humano.