Warren King hace gente de cartón y pegamento. Sus figuras, que pueden verse hasta este domingo en la Escuela Superior de Náutica, muestran a los habitantes del pueblo natal de su abuelo, una aldea de china llamada Shaoxing. Allí encontró la inspiración tras una larga carrera diseñando edificios y analizando datos informáticos.
Ahora, además de cortar restos de stock que encuentra en callejones recónditos de tiendas y comercios, impartirá dos talleres en la capital cántabra para enseñar a los alumnos cómo se fabrica una máscara o se diseña una escultura realista con su material más preciado: el cartón. Estas dos propuestas y la muestra que acoge Náutica estos días son las últimas actividades que se desarrollan este año dentro de la novena edición de la Muestra Internacional de Artes Fantásticas de Santander (Maf), un proyecto que dirige Ana Lekube y cuenta con el apoyo de la FSC.
Las plazas ya se han agotado y la organización ha tenido que ampliar varias sesiones para el taller de iniciación a la escultura. En total serán 50 personas de distintas edades y perfiles las que asistan este fin de semana al Centro Cívico Juan Carlos Calderón para acercarse al trabajo de este artista norteamericano.
Los alumnos del taller de iniciación construirán su propia escultura de cartón y aprenderán a convertir y transformar ideas en objetos tridimensionales. Doblar, curvar, plegar y unir este material para crear formas complejas y bellas, ese será su cometido. Mientras, los más pequeños tendrán la oportunidad de fabricar su propia máscara y personalizarla para conseguir que sea realmente única.
Otro modo de conocer la obra de Warren será a través de la visita a la exposición `Habitantes de Shaoxing`. La inspiración para este proyecto al que pertenecen las ocho piezas que componen la muestra la encontró cuando viajó por primera vez a China hace seis años, a la aldea donde habían vivido varias generaciones de su familia.
Durante este viaje se encontró con personas que, sorprendentemente, tenían recuerdos de sus abuelos, de cuando habían vivido allí antes de la guerra civil china, personas con las que compartía una conexión cultural, racial y ancestral. Figuras de tamaño natural hechas con cartón y pegamento, un proyecto en curso para recrear a los habitantes de la aldea de sus abuelos de forma individual.
Aunque su trabajo no es tanto sobre los individuos que están representados como sobre sus propios intentos de entenderlos y las limitaciones de estos esfuerzos, así como el anhelo de conectar con las experiencias de todos los emigrantes en el mundo actual.
El Maf alcanzó este año su novena edición convertido ya en una referencia en la programación cultural de la ciudad. Del 14 al 17 de septiembre llegaron a Santander compañías de Estados Unidos, Eslovenia, Francia, Austria, Australia y España. En total, 12 colectivos que ofrecieron un total de 16 propuestas de distinta naturaleza y casi 60 funciones, cuya duración oscilaba entre los 7 y los 90 minutos, además de la exposición de King y el programa de talleres. En 2016 asistieron más de 15.000 personas.